domingo, 17 de abril de 2011

8.

Los mejores momentos de mi vida fueron esos en los que yo estaba despreocupada por todo.
Siempre me criticaron esa comodidad para con las cosas, y al ver que ya muchos me lo entraban a criticar traté de cambiar y ocuparme más. Traté de estar más atenta, más activa, más preocupada.
Acá en el anonimato confieso que en mis términos: la puntualidad no existe, la seriedad no existe.
Me dijeron que madurar es hacerse fuerte y responsable. Es ser serio, puntual y frío.
Pero la madurez es algo muy personal. Se puede ser maduro en los términos que uno se proponga.
Necesito Volver a mi, en ese aspecto...Volver a despreocuparme. Ser inconsciente en el accionar. Dejar fluir las cosas, y hacerlas. Así, despreocupada pero tranquila como lo hacía antes.