lunes, 20 de octubre de 2014

“Es preferible estar desenamorado que no estar enamorado de nadie”.


Ese fue y sigue siendo una creencia que tengo porque el  amor te impulsa a hacer muchas cosas que si las analizas después, en tu vida te hubieses imaginado que ibas a hacer esas cosas tan irracionales sólo por otra persona.
Mis dos últimos noviazgos fueron a la distancia, entonces me acostumbré a esas relaciones poco cotidianas, con pocos momentos en los cuales compartir. Después de haber superado varios desamores, después de reencontrarme con mis amigas de toda la vida y viéndolas a ellas tan enamoradas, contentas y felices con sus relaciones me cayó la ficha de que la vida sin amor se vuelve rutinaria.
Me gustaría volver a enamorarme, que sea correspondido y que ese alguien viva cerca. Me gustaría ir caminando, ver algo y acordarme el gusto del otro y comprarseló (aunque sólo sea un regalo chico). Me gustaría sentir esa pasión correspondida que tan bien se refleja cuando le das un abrazo al otro y el te abraza de una forma tan igual, que sólo sentís contención y que el mundo deja de existir por un rato. Me gustaría estar de novia, que me diga “Me voy con mis amigos  de vacaciones” y extrañarlo. Me gustaría compartir con esa persona todos esos gustos que uno tiene: las series que veo, las ideas que tengo, el resto de los afectos que tengo y que esa persona también quiera compartir lo mismo conmigo. Me gustaría
Antes era muy enamoradiza (quizás por tanto desamor huía a los primeros brazos que me dieran un poco de calor en medio de tanta nostalgia). Como lo que no te mata te fortalece, y como dice el tango “Como pudiera como ayer, querer sin presentir”, ahora conozco chicos , construyo una relación con un chico pero ni bien me percato de algo que nos pueda y me pueda dañar, termino con esa relación dejando de lado el hecho de arriesgarse por alguien. Ojo, no digo que a uno lo tengan que dañar, eso no es sano y nunca lo va a ser para nadie. Pero a  veces  me excedo en la anticipación de la reacción del otro.

El amor llega y nunca se busca, llega sólo (por más cliché que suene), entonces mi deseo para mi y para todos es que me llegue esa persona. No importa cuando, pero quiero que algún día llegue esa persona que me  saque de la rutina de lo cotidiano por esa inexplicable sensación que genera el amor apasionado. Quiero enamorarme y les deseo lo mismo a todos. Porque aunque los medios muestren  las estadísticas de divorcios en aumento o de personas que conviven poco tiempo y se separan, también existen personas con el mismo deseo de uno y el mismo compromiso de uno. Quiero enamorarme. Es corta la bocha. 

miércoles, 12 de marzo de 2014

El pibe que usaba trajes de día.

Ahora que me fui me van a quedar muchísimos recuerdos. Me va a quedar nuestro primer encuentro, nuestro primer beso. Me van a quedar nuestras charlas en las que me contabas que te sentías sólo y que yo también me sentía así. Me va a quedar la dulzura con la que me acariciabas el pelo, me va a quedar tu simpleza y tu coherencia entre lo que pensás y lo que defendés.
Voy a extrañar cómo me hacías reír, como nos divertíamos después de coger. Voy a extrañar la adrenalina, voy a extrañar la pasión. Voy a extrañar esos silencios en los que sabíamos que no hacía falta explicarnos más nada porque eramos transparentes. Voy a extrañar que me digas que me soñaste. Voy a extrañar cuando me agarrabas la mano.Voy a extrañar despertarme y no ver un saludo tuyo. Voy a extrañar que te preocupes por saber cómo estoy. 
Fuimos las mejores soledades que se pudieron encontrar y siempre voy a ser feliz recordando todo el amor que me diste y todo el amor puro que me hiciste sentir.

Voy a estar eternamente agradecida por haber sanado mis heridas. No tengo explicación para describir todo esto, porque en mi interior fuiste y vas a ser la persona que amé intensamente y  en secreto. 

martes, 7 de enero de 2014

A varios.

Te pido que

No me llames si no estás seguro de lo que querés.Que no me busques cuando te sientas sólo.
Que arregles tu vida.Que digas lo que de verdad sentís y que no me mientas. Que no me idealices porque no soy perfecta. Que dejes atrás tu rencor porque yo también perdoné a quienes me lastimaron. Que me disculpes. Que dejes de fingir algo que realmente no sos. Que no trates de entenderme, te pido que me aceptes, así, como soy. Pero sobre todo te pido que me hagas sentir siendo felíz.

Ojalá.

Ojalá te hubieses quedado en silencio todas las veces que tuviste la oportunidad de que te contara mi historia en vez de hablar tratando de corregirla.